Estos días el otoño ha llegado a nuestra clase.
Cuando Cristina volvió a clase, nos contó que traía compañía.
El Hada del otoño ha venido a quedarse y a traernos muchas sorpresas.
Nos ha contado que le gustan los bosques, que todo esté tranquilo para poder escuchar lo que ocurre a nuestro alrededor y que en su casa esté cada cosa en su sitio.
Hemos acordado en la asamblea, que es dónde nos sentamos ha hablar todos juntos, que vamos a intentar que se sienta bien en nuestra clase y se quede con nosotros mucho tiempo.
Con ella, también ha aparecido una varita mágica, qué pensamos que sirve para convertirnos en rana, pero menos mal que aún no la hemos usado para eso.
El viernes, además, vimos como ya no hacía tanto calor y nos dimos cuenta que hacía un día muy otoñal. Y empezamos bailando una canción que habla de la lluvia.
Nos gusta mucho mirar al recreo, ver el cielo y cómo se mueven los árboles que tenemos enfrente. Este curso, tenemos muy fácil hacerlo, ya que la puerta de nuestra clase está siempre abierta para que el viento se pasee por nuestra clase y esté bien ventilada.
Cuando íbamos a almorzar, nos dimos cuenta de que estaba lloviendo. Nos hubiera gustado salir a mojarnos y ver cuánto llovía, pero no teníamos chubasquero. Debatimos un rato sobre si llovía mucho o poco, y decidimos sacar un cubo al recreo para ver que ocurría.
Casi todos pensábamos que el cubo se iba a mojar, y algunos que se iba a llenar de agua.
Tras un rato pudimos comprobar nuestras hipótesis. Había llovido bastante y no del todo, pero el cubo se había llenado bastante.
Esta es nuestra forma de conocer el mundo, observarlo, tocarlo y sacar nuestra propias conclusiones, hablar sobre ellas y es así como comenzamos en el cole de mayores a aprender sobre el mundo que nos rodea.
Seguro que entre todos la cuidan muy bien! 💚
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