Todos los días, por las mañanas, cuando entramos al cole, alguien hace la pregunta...
¿Hoy vamos a psicomotricidad?
En clase tenemos dos equipos: el marrón y el verde. Cada martes va un grupo diferente. Así que ante esa pregunta recordamos el día en el que estamos, y el día que vamos a la sala. ¿Por qué todos los días?
La sesiones de psicomotricidad les encantan. Es cierto, que muchas cosas del cole les gustan, pero es en la sala donde son libres, pueden jugar cómo quieren y con quien quieren y pueden disponer del entorno y de los materiales a su antojo. No hay limites como en el aula, sólo una norma:
No podemos hacer daño a nosotros mismos ni a los demás. Hay que cuidar nuestro cuerpo.
La psicomotricidad en los primeros años de vida de las personas es básica, ya que los niños aprenden a través del movimiento, la acción sobre el medio y las experiencias. Con ella se consigue un desarrollo global del niño, mientras este juega. Por eso planteamos las sesiones de psicomotricidad de los martes siguiendo a Bernerd Acouturier y su Práctica Psicomotriz.
En esta práctica se plantean unos montajes pensados para que cada niño, en función de sus características individuales, pueda encontrar la situación ambiental adecuada para manifestar sus capacidades y marcarse un ritmo de avance progresivo en su desenvolvimiento.
Los montajes parten del planteamiento de los espacios de acción y aventura de J. Mendiara, el cual plantea acercar los espacios naturales a la sala de psicomotricidad. Con la organización de estos espacios cada niño desarrolla su propio programa de aprendizaje. Autónomamente valora sus posibilidades, asume ciertos riesgos y ejercita su autoevaluación. Es decir, un niño no subirá al banco, si no está motriz y emocionalmente preparado.
En este proceso, el maestro que esta en la sala, está en posición de escucha de los alumnos, apoyando sus progresos, valorando sus logros y ayudando al alumno que quiere avanzar pero necesita la seguridad y el apoyo del adulto.
Pero ir a la sala de psicomotricidad implican muchos más momentos y aprendizajes.
Lo primero que hacemos es descalzarnos y ponernos los calcetines antideslizantes. es entonces cuando nos sentamos en un círculo y Cristina saluda a cada uno. Es muy importante este momento, ya que es cuando todos nos sentimos protagonistas del momento y nos centramos en lo que vamos ha hacer. Además recordaremos la norma de la sala.
A continuación recitamos una rima que nos prepara para jugar. Al terminar es tiempo de juego. Nos encanta ir corriendo y destrozar el montaje. Los primeros minutos son de muchos movimiento y excitación, sobre todo si el montaje es nuevo. Después tras explorar toda la sala, empiezan los diferentes juegos, saltos, giros, carreras construcciones. Además aparecen juegos más organizados, mamás y papás, piratas, médicos...
Cuando acaba el tiempo de juego, han sido avisados previamente de que esto va a suceder, saben que hay que dejar todo para volvernos a reunir. Es e momento de reconocer a cada peque que hemos estado pendiente de sus juegos y que hemos visto cada cosa que ha hecho y con quién ha jugado. Se sienten superimportantes. Además les sirve de vuelta a la calma, tras el tiempo de movimiento.
Después les toca a ellos expresar mediante un dibujo, a través de una construcción, con plastilina... lo que han sentido, a lo que han jugado en este tiempo de juego; y contarlo a sus compañeros.
Si queréis ver las imágenes de las sesiones podéis verlas en el icono de Nuestra Psicomotricidad de la columna de la derecha. Iremos añadiendo las imágenes de las próximas sesiones. Esperamos que con ellas entendáis por qué todos los días alguien hace la pregunta de...
¿Hoy vamos a psicomotricidad?
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